GUÍA DE ESTUDIO PARA ESTUDIANTES DE 10°
Bienvenidos estudiantes de Décimo Grado del CODISOL a esta nueva experiencia basada en las clases remotas, por medio de las cuales seguiremos enriqueciendo nuestros conocimientos a través de lecturas y el estudio de las temáticas que veníamos manejando de forma presencial.
Se hace importante dedicarle un tiempo a la lectura para ampliar nuestro lenguaje y conocer a fondo las diferentes posturas filosóficas con relación a los diferentes temas.
Para estas semanas que está iniciando (27 de Abril- 8 de Mayo) los y las invito a viajar en el tiempo y remontarnos a la época en donde se hacía muy importante el desarrollo de la METAFÍSICA, para esto estaremos estableciendo:
- Definición
- Características
- Principales estudios
- Aristóteles
- La metefísica aristoltélica: la crítica a la teoría de las ideas
- La metafísica de Platón
- Pensamiento de Sócrates
- Algunos pensamientos metafísicos
ACTIVIDAD: Una vez desarrollada la lectura los invito a redactar su punto de vista acerca del tema explicado en un máximo de dos hojas, eligiendo uno de los 3 pensamientos descritos como su favorito, justificando su elección. El envío de esta actividad lo deberán realizar a mi correo electrónico: cayetanoherrera75@gmail.com
Hay que tener en cuenta que este proceso que estamos viviendo a nivel mundial nos está invitando a la reflexión del manejo de nuestras vidas, a salir de nuestras zonas de confort y medir de que estamos hecho. Por eso espero que sea del agrado de todos seguir el aprendizaje desde la comodidad de sus casas, en compañía de sus familias; recuerden seguir siempre fortaleciendo los lazos afectivos con sus parientes.
Lic. CAYETANO HERRERA Z.
¿QUÉ ES LA METAFÍSICA?
Esta palabra viene del griego, meta (ta) physica, y significa
simplemente: Más allá de la física. Así tituló el filósofo peripatético
Andrónico de Rodas, 70 años antes de Cristo, al conjunto de 14 libros del
filósofo griego Aristóteles que, cuando él recopiló y editó, se encontraban
“después de la física”.
Cuando se habla de metafísica, se hace alusión a una rama de
la filosofía que se ocupa de estudiar la naturaleza, la realidad y sus leyes y componentes
fundamentales. Esto implica no solo la observación de la realidad, sino también la (re)formulación
de ciertos conceptos clave para pensar nuestra forma de estar en el mundo. La
metafísica estudia el ser,
la existencia, la realidad,
el objeto, el sujeto, el tiempo e incluso el espacio.
En la antigüedad, la metafísica era considerada la primera de las filosofías, algo así como la
madre de las ciencias: la “filosofía natural”. En ese entonces no existía
el método científico,
y la manera de poner a prueba la realidad no tenía que ver con experimentos
verificables, sino con la deducción de leyes lógicas a partir del pensamiento.
Hoy, en cambio, mientras la ciencia se ocupa de investigar la realidad
concreta mediante la experimentación, la metafísica se interesa por aquellos aspectos de lo real que son
inaccesibles para los científicos: las grandes preguntas trascendentales
sobre la existencia. Esas preguntas, en líneas generales, son tres:
- ¿Qué es ser?
- ¿Qué es lo que hay?
- ¿Por qué hay algo en lugar
de no haber nada?
Para llevar a cabo sus investigaciones,
la metafísica comprende diversas ramas, como la ontología (estudio
del ser), la teología natural
(el estudio de Dios mediante métodos racionales), la psicología filosófica (el
estudio racional del espíritu humano) o la cosmología filosófica (el estudio de
la naturaleza del espacio y el tiempo).
La metafísica, por último, establece sus propias bases para interpretar
el mundo, por lo que no se trata de una ciencia o de un método de observación,
sino de una forma de pensamiento.
En algunos casos, esto permite que se utilice su nombre para
desprestigiar un argumento o para señalar que una supuesta tesis establece por sí misma las
bases que habrán de legitimarla, contraviniendo la lógica científica.
CARACTERÍSTICAS DE LA METAFÍSICA
A grandes rasgos, la metafísica presenta tres características
primordiales:
- Es de carácter especulativo. Suele partir de una idea
primordial o un principio supremo (Dios, la idea, el ser, por ejemplo) a
partir del cual procede a interpretar la realidad toda.
- Procede de manera inductiva. Busca unificar las ideas y
resultados de todas las ciencias, en búsqueda de una imagen metafísica de
la realidad.
- Puede ser reduccionista. A veces deviene en un mero artificio especulativo mediante el cual los seres humanos deben partir para poder aproximarse y conocer la realidad. En ese sentido, puede emplearse incluso como un término despreciativo hacia una doctrina o una proposición científica.
PRINCIPALES ESTUDIOSOS DE LA METAFÍSICA
Algunos de los más grandes estudiosos de esta rama filosófica fueron los antiguos filósofos griegos, como Sócrates, Platón y Aristóteles, pero también los pensadores de la tradición presocrática, como Parménides, fundador de la ontología.
Durante el medioevo europeo, surgió
la teología y la escolástica, disciplinas que sirvieron a los
pensadores de la época para indagarse sobre la naturaleza de su realidad,
siempre influenciados por el pensamiento religioso imperante (tanto en el caso
del cristianismo, como en el de su primo entonces ilustrado, el Islam).
El advenimiento de la modernidad
revolucionó el modo en que el ser humano se percibía a sí mismo y percibía la
realidad, por lo que nuevos filósofos y teorías interpretativas de la
existencia aparecieron con la Ilustración europea. Algunos exponentes
son Immanuel Kant (1724-1804) y el idealismo alemán, Friedrich Hegel
(1770-1831) y Friedrich Nietzsche (1844-1900), cuyo pensamiento filosófico tuvo
grandes impactos en el campo de la política.
ARISTÓTELES
La Metafísica es la madre de todas las
filosofías, religiones y ciencias, siéndole común a todas ellas porque se ocupa
de tres áreas básicas de estudio “EL SER”, “DIOS”, y la “CIENCIA DEL
CONOCIMIENTO”. La Metafísica existe desde que el ser humano piensa.
La metafísica tiene como objeto
comprender teóricamente la esencia del ser y de lo que existe. Se pregunta por
su origen y también por cómo se constituye y cómo se interrelaciona todo lo que
existe.
El punto de vista de la metafísica es
distinto del de cualquier otra ciencia y se considera la ciencia natural del
hombre («el hombre es un ser metafisico»)y la más cercana a la inteligencia. Se
define a sí misma como el arte de ser feliz, basándose en el conocimiento de
uno mismo y teniendo en cuenta que somos parte de un plan divino de perfección.
Los principales objetos de la investigación incluyen el ser, la realidad, la
nada, la mente, la naturaleza, la verdad, la libertad, Dios.
Además, trata de encontrar la relación
entre la realidad y la misma realidad pero de la manera en que se manifiesta al
hombre según su capacidad de conocimiento.
El campo de trabajo de la
metafísica comprende los aspectos de la realidad que no se pueden investigar
empíricamente, es decir, aquellos que son inaccesibles a la investigación
científica. Desde Kant (filósofo alemán que se apoya en los empiristas), una
afirmación es metafísica.
Se dice que el ser humano tiene una
predisposición natural hacia la metafísica. Kant la consideró una «necesidad
inevitable», incluso se llegó a definir al ser humano como un «animal
metafísico» (ser que se dedica a la metafísica).
LA METAFÍSICA
ARISTOTÉLICA: LA CRÍTICA DE LA TEORÍA DE LAS IDEAS
La metafísica aristotélica
Todos los hombres tienen por naturaleza el deseo de saber. Con estas
palabras se inicia el libro primero de la Metafísica de Aristóteles. Ese deseo
de saber culmina en la adquisición de la sabiduría que consiste, para
Aristóteles, en el conocimiento de las causas y los principios del ser. Y ese
conocimiento es el objeto de la metafísica, de la ciencia de las primeras
causas y principios del ser, el conocimiento del ser "en cuanto ser",
el conocimiento de la causa última de la naturaleza y de la realidad.
La crítica de la Teoría de las Ideas
La metafísica aristotélica se elabora en buena medida como reacción a la
teoría de las Ideas de Platón. No parece que Aristóteles haya manifestado
ninguna oposición crítica a la teoría de las Ideas durante su permanencia en la
Academia. Todo indica, por el contrario, que las primeras críticas a la teoría
de las Ideas se elaboran luego de su abandono de la Academia, cuando
Aristóteles comienza a perfilar su propia filosofía. Hay que recordar, sin
embargo, que ya Platón había criticado la teoría de las Ideas en el Parménides,
y que probablemente la teoría de las Ideas había sido objeto de numerosas
controversias en la Academia. No tiene sentido, pues, buscar en la crítica
aristotélica a la teoría de las Ideas ningún tipo de razón personal que pudiera
haber enfrentado a Aristóteles con Platón, sino, como el mismo Aristóteles nos
dice en la "Metafísica", la simple búsqueda de la verdad.
Aristóteles estará de acuerdo con Platón en que hay un elemento común
entre todos los objetos de la misma clase, el universal, la Idea, que es la
causa de que apliquemos la misma denominación a todos los objetos del mismo
género; admitirá, por lo tanto, que ese universal es real, pero no que tenga
existencia independiente de las cosas, es decir, que sea subsistente. La teoría
de las Ideas, por lo demás, al dotar de realidad subsistente al universal, a la
Idea, duplica sin motivo el mundo de las cosas visibles, estableciendo un mundo
paralelo que necesitaría a su vez de explicación.
Tampoco es capaz de explicar el movimiento de las cosas, que era uno de
los motivos de su formulación; (recordemos que, al igual que los pluralistas
intentaban con su propuesta explicar la permanencia y el cambio, la teoría de
las Ideas se propone con la misma finalidad); ahora bien, esta teoría no ofrece
ningún elemento para explicar el movimiento, el cambio, ya que siendo las Ideas
inmóviles e inmutables, si las cosas son una imitación de las ideas habrían de
ser también inmóviles e inmutables; pero si cambian ¿de dónde procede ese cambio?.
("Metafísica", libro 1,7).
Aristóteles considera que la teoría de las Ideas es imposible, ya que
establece una separación entre el mundo visible y el mundo inteligible, es
decir, entre la sustancia y aquello por lo que una sustancia es, su forma o
esencia. Las Ideas, en efecto, representan la esencia de las cosas, es decir,
aquello por lo que las cosas son lo que son. ¿Cómo es posible que aquello por
lo que algo es lo que es no resida en el objeto, sino fuera de él? ¿Cómo es
posible que aquello que hace que el hombre sea hombre, su esencia, la Idea de
hombre, no resida en el hombre, sino que exista independientemente de él? Las
formulaciones de Platón para tratar de explicar la relación entre las Ideas y
las cosas, las teorías de la participación y la imitación, por lo demás, lejos
de explicar dicha relación no son más que metáforas.
LA METAFÍSICA DE PLATÓN
Aristocles, posteriormente llamado Platón (el de las anchas espaldas,
427-347 antes de Cristo), fue quizá el más importante filósofo de la historia.
En variedad, calidad y originalidad, no hay posiblemente ningún otro pensador
que le iguale, y no parece probable que nazca, en el futuro, nadie como él. De
Platón ya hemos comentado algo en estas páginas en cuanto a su comunidad
utópica, así como también por lo que respecta al conocimiento y la necesidad de
los mitos. Hoy nos centraremos en su metafísica, es decir, en la conocida
"Teoría de las Ideas", de forma muy breve y sintética.
En nuestra búsqueda de conocimiento sobre el mundo natural deberíamos,
pensaba Platón, tropezar con dificultades insalvables, puesto que si el mundo
físico se halla en un continuo flujo (el devenir de Heráclito, con el que
estaba de acuerdo Platón) y el saber de la realidad, o al menos su definición,
es únicamente aplicable a aquello que permanece, de alguna manera, estable y
sin modificación, entonces ¿cómo logramos dicho conocimiento, tales
definiciones, que a todas luces poseemos? Este es el punto del que parte Platón
para explicarnos su metafísica.
Platón arguyó que era posible porque, más allá de los seres y sus
diferencias (las cuales permiten, naturalmente, definirlos), hay una
configuración especial, una suerte de molde inmaterial o "idea" que
permite identificarlos, sin confundir una liebre de un ser humano o un rayo de
un libro. Así, aunque yo pueda morir y desaparecer de este mundo, existe un
modelo inteligible de mi persona, mi propia causa formal, que me sobrevive y
pervive. Este modelo es eterno e invariable; de hecho, tal modelo es lo único
verdaderamente eterno e inmutable. Los distintos principios a los que
recurrieron los presocráticos con anterioridad para describir y explicar cómo
se formó nuestro mundo carecen de tales atributos, porque no son más que copias
de lo verdaderamente existente, esto es, las ideas inmateriales. En otras
palabras, lo eterno no es el mundo físico o lo que contiene, sino las ideas a
cuya imagen está construido.
Ahora bien, especifiquemos a qué nos referimos al hablar de 'ideas'. Hay
que distinguir nuestras propias ideas mentales de las ideas que son las causas
metafísicas del mundo sensible. Éstas últimas se hallan más allá de lo humano,
subsisten en otro plano, en otra esfera, si se quiere, en el mundo de las
ideas. Y es imitando o copiando los modelos inmateriales (o ideas), pues, como
el mundo físico ha sido constituido por parte del Demiurgo. De este modo, la
realidad suprasensible formada por las ideas es la causa última de todo lo que
existe y percibimos. Desde las estrellas a los átomos, cualquier objeto físico
o proceso mental tiene su procedencia en el mundo de las ideas.
Esto tiene unas implicaciones muy profundas en nuestro entendimiento del
mundo. Necesitamos una explicación suprasensible de lo existente porque la
física, la ciencia, no nos puede dar respuesta a todo; las causas físicas
definen y esclarecer el ámbito natural, pero ¿cómo explicar una causa no
física? Por ejemplo, si nos hallamos en lo alto de una montaña podremos inferir
que han sido nuestras piernas y brazos, el cuerpo, quien nos ha llevado hasta
allí. Sabremos el cómo, pero no el por qué. La causa de estar allí radicará en
algo muy diferente (nuestra voluntad, un rescate, un trabajo, etc.).
Así, Platón diferencia y dispone de dos planos de ser, separados pero
conectados; la realidad material que percibimos es el efecto de una causa no
material. Estos dos planos son el fenoménico, el plano visible, de los
sentidos, y el inteligible, accesible tan sólo por la mente. Ambos planos
permiten explicar y analizar toda acción, toda causa, lo cual es un paso
adelante en relación a las tesis monistas de Parménides y Heráclito y su
confrontación.
Las ideas, supuso posteriormente Platón en una de sus muchas revisiones
de esta teoría, están jerarquizadas entre sí. Forman una especie de pirámide en
cuya cima se halla la idea del Bien, la idea Suprema. Toda idea verdadera
participa del Bien, y este supone la causa y la comprensión de todas ellas. Hay
tantas ideas como realidades distintas hay en el mundo sensible; por esto, toda
idea mental propia, concepto o pensamiento, ya sea moral, estético, matemático
o filosófico, así como todo cuerpo u objeto, presentan su contrapartida en el
mundo suprasensible. No obstante, las ideas platónicas son mucho más 'reales'
que aquello a lo que nosotros denominamos como tal, porque aquellas son la
causa y la posibilidad del mundo físico. Aquellas existen por sí mismas,
independientes, pero este no tendría lugar sin ellas, es dependiente directo de
su existencia.
Echemos un vistazo a algunas de sus características fundamentales: en
primer lugar, y como ya hemos dicho, son inmutables, lo que permite poder
definirlas. Repetimos: un gato puede nacer, crecer y morir, pero la idea de
gato jamás cambia, porque supone el sustrato o molde del que parte todo gato.
Las ideas se hallan fuera del tiempo, son atemporales, por tanto el universo y
todo lo que contiene, vida o materia, podría dejar de ser y, sin embargo, las
ideas que los forjan seguirían siendo como son. Por otra parte, toda idea es
única en sí misma; puede haber muchos gatos diferentes, pero su idea es la
misma para todos, porque todos ellos parten de un molde único. Además, son
inteligibles, esto es, la razón puede llegar a saber de ellas, pero no así los
sentidos, que tan sólo son aptos para comprender el mundo sensible que nos
rodea. Por último, aunque todo lo presente en el cosmos, así como nosotros
mismos, somos entes y objetos imperfectos (pues, ¿como podría ser una copia
algo perfecto?), sólo las ideas alcanzan la perfección.
La teoría de las Ideas de Platón supone, por una parte, una superación
completa del escepticismo de los sofistas, porque se propone la existencia de
un conocimiento verdadero, al que podemos acceder inteligiblemente. Y, por
otra, una abolición del relativismo ético de Protágoras, pues también existen
nociones morales universales. Asimismo, esta teoría sugiere la posibilidad de
construir un estado perfecto, de modo que la política pueda participar de la
excelencia del mundo suprasensible (algo que Platón trató de mostrar en su
República).
El papel del Demiugo en todo ello es fundamental. Como dijimos en la
nota dedicada a los mitos platónicos, "al ser la materia basta e
imperfecta, el Demiurgo se compadece y en ellas imprime las ideas, elaborando
así los objetos que percibimos en nuestro mundo. He aquí la distinción
fundamental de Platón entre el mundo perfecto de las ideas y la imperfección de
nuestra realidad; lo que vemos y sentimos no es más que una copia de lo
verdaderamente real". Sin embargo, ¿quién o qué es este Demiurgo? ¿Es un
Dios o un ente diferente, y cuáles son sus funciones? A él (o a ello) nos referiremos
en un apunte futuro.
PENSAMIENTO DE SÓCRATES
Existen distintas fuentes que
describen el pensamiento de Sócrates, ya que él no dejó nada escrito, pero
resulta difícil precisarlo con verdadera exactitud porque difieren entre si.
Para
Jenofonte a Sócrates le interesaba principalmente la moral de los hombres y la
formación de buenos ciudadanos, y no se preocupaba demasiado de la lógica ni de
la metafísica.Sin embargo, a partir de los diálogos de Platón, Sócrates aparece
como un metafísico de primer nivel que sentó las bases de una filosofía
trascendente, que se distingue por ser una teoría sobre un mundo metafísico de
las Formas.Pero no se puede olvidar que Platón, según el testimonio de
Aristóteles, exceptuando en sus primeras obras, mezcló sus propias teorías con
las ideas de Sócrates.
Karlo
Joel, basándose en Aristóteles, sostiene que Sócrates fue un intelectualista o
racionalista en tanto que Jenofonte pensaba que era un ético de la voluntad de
estilo espartano desfigurando así su doctrina. Según Burnet y Taylor, en
Inglaterra, el Sócrates histórico es el que describe Platón, que sin duda
superó a su maestro gracias a sus enseñanzas.
Es
evidente que en sus últimos escritos Platón prescinde totalmente de Sócrates,
lo que hace suponer que cuando aparece en los diálogos como interlocutor
principal Platón se está refiriéndose efectivamente a las ideas de Sócrates. Ninguno
puede afirmar que los Diálogos de Platón no contienen ningún aporte del
Sócrates histórico, debiendo reconocer que la doctrina platónica representa una
continuación de las enseñanzas de su maestro.
Por
lo tanto, se puede aceptar que si bien Jenofonte no describe un retrato
completo de Sócrates, tampoco se puede considerar autor absoluto de los
diálogos de Platón.
Aristóteles
estuvo veinte años en la Academia de Platón, de modo que su opinión es más que
autorizada como para descartarla como hipótesis. Él consideraba que a Sócrates
se le pueden atribuir dos adelantos científicos, el empleo de los razonamientos
inductivos y de la definición universal. De modo que Sócrates se ocupó de la
posibilidad de alcanzar los conceptos precisos y fijos a diferencia de los
sofistas que tenían teorías relativistas.
Para
Sócrates, el concepto universal siempre es el mismo, lo que varía son los
ejemplos concretos. Por ejemplo todo hombre es un animal racional, y esta definición
permanece inalterable aunque su conducta sea diferente a la de otros hombres.
De modo que existe lo que no cambia, o sea el concepto universal o la
definición de los objetos, en un mundo en permanente cambio, de objetos
imperfectos y cambiantes que es el de nuestra vida cotidiana.
Sócrates
consideraba de importancia a las definiciones universales porque se interesaba
principalmente en la conducta ética, porque éstas representaban la base sólida
para que los hombres pudieran salir del relativismo de las doctrinas sofistas.
Para
los sofistas, la justicia, por ejemplo, es diferente de una ciudad a otra, en
cambio si se logra una definición universal de lo que significa la justicia
para que sea válida para todos lo hombres, se podrá tener algo seguro sobre lo
cual construir y se podrán juzgar las acciones individuales con códigos comunes
a todos los estados.
Según
Aristóteles, Sócrates utilizaba el razonamiento inductivo, pero no desde el
punto de vista de un lógico sino en el plano de la dialéctica o conversación,
guiando a su interlocutor a arriesgar definiciones hasta llegar a la más
precisa, o sea a una definición universal y válida, procediendo de lo
particular o menos perfecto a lo universal o más perfecto.
Sócrates
llamó a este método “mayéutica” (obstetricia) haciendo referencia a su madre
que era partera, como un símbolo de su intención de que los demás diesen a luz
ideas verdaderas.
Así
Sócrates se ocupó principalmente por la ética y por las virtudes del carácter;
y en virtud de este interés fue el primero que se ocupó del problema de las
definiciones universales.
ALGUNOS PENSAMIENTOS METAFÍSICOS
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